Analogía, en biología, semejanza de función y semejanza superficial de estructuras que tienen diferentes orígenes. Por ejemplo, las alas de una mosca, una polilla y un pájaro son análogas porque se desarrollaron independientemente como adaptaciones a una función común: volar. La presencia de la estructura análoga, en este caso el ala, no refleja la cercanía evolutiva entre los organismos que la poseen. La analogía es un aspecto de la biología evolutiva y es distinta de la homología (qv), la similitud de estructuras como resultado de un origen y desarrollo embrionario similar, considerada una fuerte evidencia de ascendencia común.
En muchos casos, estructuras análogas, o análogos, tienden a volverse similares en apariencia mediante un proceso denominado convergencia. Un ejemplo es la convergencia de la forma aerodinámica en los cuerpos de calamares, tiburones, focas, marsopas, pingüinos e ictiosaurios, animales de diversa ascendencia. Los procesos fisiológicos y los patrones de comportamiento también pueden exhibir una convergencia análoga. Se cree que el comportamiento de guarda de huevos en la cobra, el espinoso, el pulpo y la araña ha evolucionado de forma independiente entre esos animales, que son bastante distantes en sus relaciones biológicas.
Muchos cactus del Nuevo Mundo y euforbias africanas son similares en apariencia, son suculentos, espinosos, almacenan agua y se adaptan a las condiciones del desierto en general. Sin embargo, se clasifican en dos familias separadas y distintas, que comparten características que han evolucionado de forma independiente en respuesta a desafíos ambientales similares.