Nació el 14 de abril de 1866 en Feeding Hills, en el estado de Massachusetts. + ver Berta Rivera hace 10 meses
Anne Sullivan fue una mujer excepcional y una de las pocas personas que logran superar el axioma de Ortega y Gasset ‘yo soy yo y mi circunstancia’, Anne logró superar todas sus circunstancias, que no fueron pocas, y convertirse en la mejor versión de sí misma. Nació en una familia pobre de origen irlandés, su madre murió cuando ella era todavía una niña y su padre estaba ya entonces enfermo; Anne se ocupó de cuidarlos mientras sus dos hermanos vivieron un tiempo con parientes y finalmente fueron entregados a una casa de niños donde uno de ellos falleción, como su madre, de tuberculosis.
Por si esto fuera poco, Anne comenzó a tener problemas en la vista y fue sometida a varias operaciones; jamás se rindió ni lamentó en modo alguno por su mala suerte, logró salvar su vista y se graduó con un expediente envidiable. Fue en aquella época, cuando ella misma cursaba estudios en la escuela de ciegos de Bosto, donde se fraguó el proyecto que algunos llaman milagro, su labor como maestra de una niña ciega y sorda, Helen Keller.
Cuando Anne Sullivan conoció a Hellen Keller comenzó a trabajar con ella tal y como venía haciendo con otros niños ciegos, le enseñó a leer y, dado que a Keller se habían sido negados el sentido de la vista y el del oído, Sullivan sustituyó ambos por el del tacto; lo cierto es que Helen aprendió a leer y escribir al tacto, sintiendo la forma de las letras que dibujaba Anne en sus manos y comenzó a hablar poniendo su mano en el cuello de Anne y tratando de imitar aquellos movimientos; necesitó la ayuda de un profesor de voz para aprender a hablar correctamente pero lo logró.
Gracias a su esfuerzo y al concienzudo trabajo de su maestra, Helen Keller estudió en la Universidad de Radcliffe y se graduó con honores; Helen publicó un libro sobre su vida y a continuación se marchó con su maestra, Anne Sullivan, a Hollywood con intención de rodar una película acerca de su vida; las cosas no les fueron del todo bien, por aquel entonces Anne ya había roto su fugaz matrimonio con el editor del libro de Helen y, si bien lograron rodar la película, fue un fracaso.
Años más tarde, ya fallecida Sullivan, si se filmó una película, premiada con dos Oscar de Hollywood acerca de la vida de Helen Keller.
Anne Sullivan se despidió del mundo con su pupila junto a su lecho y habiéndose ocupado previamente de que ésta siguiera recibiendo la asistencia que necesitaba para vivir conectada a la realidad y al mundo aun a pesar de ser ciega y sorda; y así fue, por eso hay quienes hablan del Milagro de Anne Sullivan.