¿Qué es la cistitis idiopática felina?
La enfermedad felina del tracto urinario inferior (FLUTD) es un término más antiguo que se utiliza para describir un conjunto de signos clínicos asociados con una micción anormal en los gatos. Algunas causas de FLUTD son: infecciones del tracto urinario (ITU), cálculos en la vejiga o cristales en la vejiga. Cuando la afección no tiene una causa identificable, se denomina cistitis idiopática felina (inflamación de la vejiga), lo que indica que se trata de un diagnóstico excluyente (es decir, no se pueden identificar otras causas). La cistitis idiopática felina (CIF) es el diagnóstico de exclusión que se realiza una vez que se han eliminado todas las causas comunes o conocidas de los signos clínicos. Esta afección se llamaba anteriormente enfermedad idiopática del tracto urinario inferior felino o iFLUTD. Algunos estudios sugieren que esta condición es muy similar a la cistitis intersticial en mujeres humanas. Es más común en gatos jóvenes y de mediana edad.
«La cistitis idiopática felina (CIF) es el diagnóstico excluyente que se realiza una vez todas las causas comunes o conocidas de los signos clínicos se han eliminado. «
Esta afección también se denomina síndrome de Pandora, ya que las causas subyacentes de la afección pueden reflejar anomalías en muchos sistemas de órganos (incluido el sistema nervioso) y tiene en cuenta los efectos de los estresores ambientales que contribuyen a su desarrollo. Los gatos a menudo sufrirán un aumento y disminución de los signos clínicos en respuesta al estrés que afecta el sistema central de respuesta al estrés.
¿Cuáles son los signos clínicos de la cistitis idiopática felina?
Los signos clínicos más comunes son similares a los observados en otras enfermedades urinarias:
- esfuerzo para orinar
- orina con sangre o descolorida
- micción frecuente
- orinar en lugares inusuales
- la incapacidad para orinar (esta es una emergencia crítica y su gato debe ser visto por un veterinario inmediatamente)
¿Qué causa el felino ¿Cistitis idiopática?
Por definición, en los casos de cistitis idiopática felina no hay causas conocidas. Las condiciones que se deben descartar primero incluyen:
- cálculos en la vejiga y tapones uretrales
- infecciones de la vejiga
- trauma
- neurológico trastornos que alteran la micción normal al afectar los nervios y músculos de la vejiga
- anomalías anatómicas como estenosis uretrales
- neoplasia (cáncer o tumores benignos del tracto urinario)
Una vez que se hayan eliminado todas las causas comunes de micción anormal, se puede hacer un diagnóstico de cistitis idiopática felina.
¿Cómo se diagnostica la CIF?
La FIC se diagnostica mediante la realización de pruebas para eliminar las causas conocidas de micción anormal. Estas pruebas incluyen cualquiera o todos los siguientes:
- historial médico completo y examen físico, especialmente prestando atención a cualquier cambio en el ambiente, alimentación, estrés, etc.
- sangre pruebas: hemograma completo (CBC) y química sérica
- análisis de orina completo
- cultivo de orina y pruebas de sensibilidad a los antibióticos
- radiografías abdominales, que pueden incluir estudios radiográficos de contraste para ver si la vejiga parece anormal o contiene cálculos en la vejiga
- ecografía abdominal para observar la estructura de la vejiga y la presencia de cristales o cálculos en la vejiga
- cistoscopia o examen endoscópico (examen de video ) de la uretra y la vejiga
- biopsia de la vejiga
Su veterinario formulará un plan de diagnóstico basado en los síntomas clínicos específicos de su gato.
¿Cuál es el tratamiento de la CIF?
El enfoque más eficaz para tratar la CIF es abordar los factores estresantes que desencadenaron los signos clínicos en primer lugar. Esto a menudo implica el uso de medicamentos para aliviar la ansiedad. Además, es importante mejorar el entorno del gato para reducir o eliminar los posibles factores de estrés. Se puede probar una combinación de estrategias para eliminar los factores de estrés, que incluyen:
- mantener los platos de agua limpios y llenos de agua fresca.
- Mantenga un horario diario regular que incluya momentos para alimentarse, jugar, afecto y descansar.
- Sea consistente con las «reglas» para su gato: no permita que su gato se suba al contrarrestar un día y regañarlo al siguiente.
- Si su gato come comida seca, use un alimentador de rompecabezas de vez en cuando en lugar de un plato de comida normal.
- Haga los cambios necesarios en el horario de su gato lentamente con el tiempo.
- agregue postes para rascar, condominios para gatos y juguetes para que juegue su gato.
- trate de evitar que los gatos extranjeros entren a su propiedad, ya que pueden ser una fuente de estrés para su gato, incluso si su gato no sale al aire libre.
- Reduzca la competencia entre gatos en su hogar asegurándose de que haya suficientes cajas de arena (una caja de arena más que la n número de gatos en el hogar), lugares de descanso y asegúrese de que todos los gatos tengan fácil acceso a la comida y el agua.
Además, esta condición se considera dolorosa, por lo que se utilizan analgésicos para aliviar las molestias durante los brotes. También se pueden recetar medicamentos antiespasmódicos para prevenir los espasmos uretrales.
Su veterinario también puede recomendar un cambio en la dieta. Es posible que se necesiten ciertas formulaciones dietéticas, así como aumentar el consumo de alimentos enlatados.
¿Cuál es el pronóstico de FIC?
La recurrencia de la afección puede ser común. El tratamiento médico puede ayudar a reducir la frecuencia o mejorar los signos clínicos, aliviando así el malestar de su gato. Lo principal a tener en cuenta es estar atento al desarrollo de signos clínicos y, lo que es más importante, estar atento a los cambios en el entorno que puede desencadenar una recurrencia debido al estrés. Los gatos FIC pueden ser muy sensibles a estos cambios; afortunadamente, la mayoría de los dueños de gatos son conscientes de que el gato en cuestión tiene una personalidad ansiosa o sensible y son conscientes de estar atento a los brotes.