Pocas plantas son más populares en el huerto que los tomates. Aprender a regar tomates es la clave del éxito. Estas deliciosas golosinas están compuestas principalmente de agua y la necesitan en la medida adecuada para prosperar. Aquí hay algunas cosas importantes que debe saber sobre el riego de las plantas de tomate.
Con qué frecuencia regar los tomates
Las plantas de tomate necesitan mucha agua. Eso no significa que sus plantas no se puedan regar demasiado. Muchas personas que cultivan tomates en casa cometen el error de pensar que regar las plantas es tan simple como mantener la tierra empapada durante toda la temporada. La verdad es que hay un arte distinto en regar para un crecimiento saludable.
Aquí está la respuesta simple: debe regar sus tomates solo cuando lo necesiten. ¿Cómo lo determina? Revisando el suelo alrededor de la planta. Desea que el suelo esté húmedo alrededor de la planta a una profundidad de 6 «a 8». En la mayoría de los climas, esto significará regar una vez al día, pero eso puede cambiar según la cantidad de lluvia y la temperatura en su ubicación.
Debe inspeccionar regularmente la tierra que rodea las plantas para asegurarse de que esté lo suficientemente húmeda para estimular el crecimiento de las raíces. Mantener la tierra húmeda es mucho más fácil que tratar de hidratarla después de que se haya secado. Empiece con una vez al día y tome notas. Pronto determinará cuánta agua se necesita para mantener la humedad a la profundidad adecuada.
Cuánto regar los tomates
Aquí es donde la ciencia entra en la ecuación. Algunos estudios universitarios indican que la mayoría de las plantas de tomate necesitan alrededor de una pulgada de agua por semana para prosperar. Es posible cuantificar esta cantidad de agua en términos de galones, y algunos productores lo han hecho con fórmulas científicas. Aproximadamente 1 «a 1.5» de agua se traducirá en entre medio galón y un galón completo de agua.
Aquí está la parte complicada. No puede administrar toda esa agua en una sola día. Esto creará agua estancada y escorrentía, lo que no es bueno para sus plantas. Con suerte, habrá algunas semanas en las que reciba un poco de ayuda de la lluvia. Nuevamente, deje que la humedad del suelo alrededor de sus plantas sea la guía de sentido común.
La experiencia será su mejor maestro. Presta atención a las medidas que debes tomar para mantener la humedad. Toma buenas notas. Debería poder consultar esas notas año tras año en el mismo clima.
Cuándo regar los tomates
Esta parte del riego eficaz de los tomates es bastante sencilla. El mejor momento para regar los tomates es temprano en la mañana. Esto permitirá que cualquier humedad que llegue a las hojas se seque antes del calor del día, y eso puede ayudar a prevenir enfermedades y quemaduras de las plantas.
Necesita el agua que necesita. administrar para que se use de manera eficiente. Demasiada agua estancada y humedad en las plantas mismas creará una serie de problemas. Al regar temprano en la mañana, creará una rutina eficiente que funciona en conjunto con las funciones biológicas naturales de la planta. .
Evite regar por la noche a toda costa. Una vez que bajen las temperaturas y el agua se enfríe, sus plantas estarán expuestas a riesgos para la salud.
Métodos para regar los tomates
La forma en que riegue las plantas de tomate también es muy importante. Siempre debes regar el tallo de la planta en lugar de las hojas y flores. El agua en las hojas es una receta para el desastre.
El agua necesita llegar al sistema de raíces de la planta. Lo hará de manera más eficiente cuando riegue alrededor del tallo. Esto significa usar una manguera de algún tipo. Un aspersor pondrá demasiada agua en la planta.
No todas las mangueras son iguales. Uno de los mayores problemas con el uso de una manguera de agua tradicional es que moverla por el jardín puede dañar las plantas sin darse cuenta. También tendrá que moverse con frecuencia ya que está regando los tallos. Un método más eficaz es utilizar el riego con manguera de remojo.
Un sistema de manguera de remojo le permite colocar la manguera cerca de los tallos de sus plantas donde pueda permanecer sin ser movida. Luego, puede ajustar el flujo de agua desde el empapador al agua de manera lenta, lo que le da al agua suficiente tiempo para penetrar en el suelo. Las mangueras de remojo son, con mucho, la mejor manera de regar los tomates.
Cuando se trata de un gran jardín de tomates, regar es más de la mitad de la batalla. Haga bien esta parte y tendrá muchas más posibilidades de cosechar frutas increíbles. Con cada temporada que pase, su capacidad para cultivar estos alimentos básicos de la huerta aumentará exponencialmente.