Comprender la conexión entre las enfermedades cardíacas y la diabetes

Los niveles altos de glucosa (azúcar) en la sangre de las personas con diabetes pueden eventualmente dañar los vasos sanguíneos, así como los nervios que los controlan.

Los tejidos corporales suelen utilizar el azúcar como fuente de energía. Se almacena en el hígado como una forma de glucógeno.

Si tiene diabetes, el azúcar puede permanecer en el torrente sanguíneo y filtrarse del hígado a la sangre, con el consiguiente daño a los vasos sanguíneos y los nervios que los controlan.

A arteria coronaria bloqueada puede ralentizar o impedir que la sangre suministre oxígeno y nutrientes a su corazón. El riesgo de enfermedad cardíaca aumenta cuanto más tiempo tiene diabetes.

Controlar el azúcar en la sangre es una parte importante del manejo adecuado de la diabetes. Verifique los niveles con un dispositivo de autocontrol de acuerdo con las instrucciones de su médico.

Lleve un diario de sus niveles y llévelo a su próxima cita médica para que usted y su médico puedan revisarlo juntos.

Los siguientes son algunos factores adicionales que pueden aumentar su riesgo de enfermedad cardíaca si tiene diabetes.

Presión arterial alta

La presión arterial alta es uno de los factores de riesgo más comunes de enfermedad cardíaca entre las personas con diabetes.

Ejerce presión sobre su corazón y daña sus vasos sanguíneos. Esto lo hace más susceptible a una variedad de complicaciones que incluyen:

  • ataque cardíaco
  • accidente cerebrovascular
  • problemas renales
  • problemas de visión

Si tiene diabetes y presión arterial alta, tiene al menos el doble de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca que las personas sin diabetes.

La forma más sencilla de controlar su presión arterial es adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio con regularidad y, si es necesario, tomar los medicamentos recetados por su médico.

Colesterol alto

Niveles mal controlados de grasas en sangre como colesterol y triglicéridos son comunes en personas con diabetes. También pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.

Demasiado colesterol LDL («malo») y no suficiente colesterol HDL («bueno») pueden provocar la acumulación de placa grasa en los vasos sanguíneos. Esto puede crear bloqueos y provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

Aunque en muchos casos la genética influye en los niveles de colesterol, aún puede controlar y mejorar sus niveles si elige un estilo de vida saludable y mantiene una rutina de ejercicio regular.

Obesidad

Las personas con diabetes tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad. Ambas condiciones son factores de riesgo de enfermedad cardíaca.

La obesidad tiene una fuerte influencia en:

  • presión arterial
  • azúcar en sangre
  • niveles de colesterol

La pérdida de peso puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

Una de las formas más efectivas de controlar su peso es trabajar con un dietista o nutricionista para crear un plan de alimentación saludable. El ejercicio regular también juega un papel importante en el control del peso.

Estilo de vida sedentario

Tener un estilo de vida sedentario puede aumentar seriamente los factores de riesgo de enfermedades cardíacas como la presión arterial alta y la obesidad.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que cada adulto realice al menos 2 horas y 30 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana.

Los ejemplos incluyen:

  • caminar
  • andar en bicicleta
  • bailar

El CDC también recomienda hacer ejercicios de entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana en días no consecutivos.

Hable con su médico para averiguar qué ejercicios podrían ser los más adecuados para sus necesidades de acondicionamiento físico.

Fumar

Si tiene diabetes y es fumador, su riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca es mucho mayor que el de los no fumadores.

Tanto el humo del cigarrillo como la diabetes crean una acumulación de placa en las arterias, lo que hace que se estrechen.

Esto puede resultar en una variedad de complicaciones, que van desde un ataque cardíaco y un derrame cerebral hasta problemas en los pies. En casos graves, los problemas en los pies pueden incluso provocar una amputación.

Recuerde que nunca es demasiado tarde para dejar de fumar. Pregúntele a su médico qué métodos para dejar de fumar podrían funcionar mejor para usted.

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