La luna sirve como luz guía en el cielo nocturno. A pesar del brillo pacífico que produce, las realidades de vivir en la superficie de la luna son todo lo contrario. Las temperaturas de la luna pueden variar drásticamente según la cantidad de exposición al sol que tenga.
Por qué es importante la atmósfera
A diferencia del planeta Tierra, la luna no tiene una atmósfera para protegerla. temperaturas extremas. Cuando la luz solar llega a la Tierra, rebota en la superficie e irradia hacia arriba. Sin embargo, la atmósfera actúa como una forma de aislamiento. No solo evita que se escape el calor radiante, sino que también evita que la radiación lleve la temperatura a extremos inhabitables. La atmósfera trabaja junto con el núcleo calentado del planeta para hacer que la superficie sea habitable.
Desafortunadamente, ese no es el caso de la luna. La falta de atmósfera provoca un rango de temperatura extremo. Cuando la superficie está expuesta al sol, las temperaturas en la luna pueden subir a 127 grados Celsius, o 260 grados Fahrenheit.
Lo único de la luna es que los días también son mucho más largos. Un día está determinado por el tiempo que tarda un cuerpo planetario en girar sobre su eje. Para la Tierra, son solo 24 horas. Sin embargo, ¡la luna tarda aproximadamente 27 o 28 días! Durante la mitad de ese tiempo, solo un lado está expuesto al sol. Este es el lado que vemos desde aquí en la Tierra gracias al bloqueo de las mareas. La órbita de la luna alrededor de la Tierra es lo que causa las diferentes fases, como la luna llena y la media luna. Mientras un lado está iluminado, el otro lado que nunca vemos está expuesto a un frío extremo y a la oscuridad.
El lado lejano
En el lado oscuro de la luna sin sol, las temperaturas puede ser tan bajo como -232 grados Celsius o -387 grados Fahrenheit. Puede ser incluso más bajo que eso en ciertas áreas. La luna tiene una inclinación relativamente mínima. Por lo tanto, los polos norte y sur no reciben la misma exposición al sol. Además, la superficie de la luna está plagada de profundos cráteres.
¡Los científicos creen que algunos cráteres tienen presencia de hielo porque no han visto la luz solar durante miles de millones de años! Dentro de esos cráteres, las temperaturas pueden llegar a los -272 grados Celsius, o -458 grados Fahrenheit.
No hace falta decir que la luna no es tan cómoda como la Tierra. Debido a su falta de atmósfera y su patrón de rotación único, las temperaturas extremas son muy comunes.