Si su orquídea floreció durante la primavera y el verano, el otoño marca ese momento en que probablemente verá a su orquídea entrar en un período de descanso. Las flores se marchitarán y caerán, pero no se preocupe, ¡su orquídea no está muerta! Más bien, está ahorrando energía para volver a florecer la próxima temporada.
Aunque la pérdida de la floración no es motivo de preocupación, sí indica que es hora de ayudar a su orquídea a atravesar sus meses de hibernación. Una de las principales formas en que puede ayudar en el proceso de renovación es recortando las espigas de las orquídeas. Las temperaturas decrecientes de la temporada de otoño lo convierten en el momento ideal para fomentar la reaparición en los meses futuros.
Para el propietario de una orquídea por primera vez, recortar los picos puede ser una tarea estresante. Sin embargo, con la información correcta, puede convertirse fácilmente en parte de su rutina de cuidado de orquídeas. ¡Solo sigue estos cuatro pasos!
Paso uno: Evalúe sus picos
El estado de sus picos informa cómo debe realizar el proceso de recorte. Las espigas sanas son verdes y firmes al tacto. Los picos no saludables son de color marrón o amarillo. Algunas orquídeas tienen un solo pico y otras tienen dos picos. Sepa con qué tipo de picos está tratando antes de comenzar el proceso de recorte.
Paso dos: Reúna sus herramientas
Las herramientas que use para recortar sus picos deben estar limpias y esterilizadas . Lave bien las hojas de sus herramientas con agua caliente y jabón. Enjuague para asegurarse de que no queden residuos de jabón. En el caso de herramientas sin recubrimiento, también puede esterilizarlas con la llama de una lámpara de alcohol o una estufa de gas.
Paso tres: Recorta
Recuerda que la forma en que recortes tus picos depende de la condición en que se encuentren.
Sigue estas pautas:
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Para picos verdes y saludables: busque un nodo debajo de la flor más baja. Recorta 1 pulgada por encima de ese nodo.
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Para espigas marrones y poco saludables: corte hasta la base de la planta.
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Para orquídeas de doble espiga: corte una espiga en la base de la planta. Corte la otra espiga 1 pulgada por encima del nodo debajo de la flor más baja.
Cuarto paso: mantenimiento
Mantener las espigas limpias y ordenadas ayuda a que la orquídea conserve energía para volver a florecer. Si bien puede parecer que estás «dañando» a tu orquídea al recortarla, en realidad le estás dando la mejor oportunidad para que vuelva a crecer.
Para estimular el resurgimiento, expone tu orquídea a temperaturas más frías, pero ten cuidado. para evitar ráfagas de aire frío.
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