La correlación entre el complejo QRS y la anatomía ventricular post mórtem se realizó en 1184 casos de conducción normal:
(1) Confianza mecánica La mera presencia o ausencia de una onda Q de más de 0,03 segundos de duración condujo a un diagnóstico «correcto» de infarto o no en el 79% de la serie.
(2) Con conducción normal, ondas Q anormales aislados en las zonas electrocardiográficas anteroseptal (Vl-V4) o inferior (II, III, aVF) eran frecuentemente falsas (46%). Sin embargo, las ondas Q anormales restringidas a la zona lateral (V5-V6) o en una combinación de más de una zona electrocardiográfica, rara vez fueron falsos predictores de la presencia de infarto (4%).
(3) La localización clásica del infarto con conducción normal fue estadísticamente relativamente confiable en comparación con el bloqueo de rama. El aumento de la frecuencia del patrón anatómico del infarto basal lateral en asociación con complejos QRS normales (pero infarto conocido) sugiere un «silencio eléctrico» relativo del ventrículo izquierdo laterobasal en la génesis anormal de la onda Q.
(4) Las lesiones confinadas a una ubicación anatómica determinada en el ventrículo izquierdo tendieron a poner un énfasis y límites particulares en el espectro de expresión electrocardiográfica, pero no produjeron un patrón único uniforme de distribución de onda Q.