Jugar con masilla es una excelente manera para que los niños desarrollen la fuerza de las manos y los dedos junto con la motricidad fina. Hay toneladas de marcas y variedades de «Silly Putty» y «Play-Doh» que puedes comprar en las tiendas, pero hacer las tuyas propias con los ingredientes de tu cocina es mucho más divertido y una gran experiencia sensorial para tu hijo.
La textura suave y pegajosa de la masilla, así como su capacidad para absorber el calor, la convierte en un gran juguete para el desarrollo sensorial. Ahórrese un viaje a la tienda y gastos adicionales haciéndolo en casa con su hijo.
¡Pruebe nuestra receta de masilla casera! Otra ventaja de hacer tu propia masilla es la capacidad de controlar los ingredientes. Si bien no recomendamos comerlo, esta receta es completamente no tóxica y comestible.
Ingredientes de masilla:
- 1 taza de harina
- ¼ taza de sal
- ½ taza de agua
- Colorante alimentario – unas gotas
1. Combine la harina y la sal en un tazón.
2. Agregue unas gotas de colorante para alimentos al agua y revuelva hasta que esté bien mezclado. Haz que el agua sea un poco más oscura de lo que quieres que salga la masilla porque la blancura de la harina diluye el color.
3. Rocíe lentamente el agua teñida en la mezcla de harina mientras revuelve.
4. Amasar los ingredientes con las manos hasta que se forme una masilla suave y agradable que se siente como «Silly Putty».
5. Deje que su hijo juegue con cuentas y otras piezas de plástico presionándolas contra la masilla. Asegúrese de guardar la masilla en una bolsa o recipiente hermético. Por lo general, se mantiene fresca y utilizable durante un par de semanas.
Si estás buscando algo para que tus hijos hagan con masilla, ¡prueba esta divertida rutina de ejercicios para manos y dedos!
Estos Los ejercicios son apropiados para cualquier persona que tenga la edad suficiente para jugar con masilla, aproximadamente a partir de los 4 años.