No es seguro mezclar lejía y vinagre. El blanqueador reacciona con el ácido acético del vinagre para producir gas cloro tóxico. El cloro es un gas de color verde amarillento que ataca las membranas mucosas y el sistema respiratorio y puede ser potencialmente fatal.
Por qué la gente mezcla lejía y vinagre
La mayoría de las veces, mezcla lejía y vinagre es accidental. Puede suceder si usa varios productos de limpieza o si no tiene cuidado de enjuagar después de usar uno u otro.
Sin embargo, algunas personas agregan intencionalmente vinagre al blanqueador para hacerlo más ácido, por lo que es un desinfectante más fuerte. Sin embargo, el riesgo es mayor que el beneficio porque el aumento de potencia no es lo suficientemente significativo como para compensar el peligro de exposición al cloro gaseoso.
Qué sucede cuando se mezclan lejía y vinagre
Cloro el blanqueador contiene hipoclorito de sodio (NaOCl), pero debido a que está disuelto en agua, el químico existe como ácido hipocloroso (HOCl):
NaOCl + H2O ↔ HOCl + Na + + OH–
El ácido hipocloroso es tan bueno para blanquear y desinfectar porque es un oxidante fuerte. Esto también lo hace bueno para participar en reacciones químicas indeseables. Mezclar lejía con un ácido produce cloro gaseoso. Por ejemplo, la reacción del blanqueador con ácido clorhídrico produce agua y cloro:
HOCl + HCl ↔ H2O + Cl2
El vinagre contiene ácido acético diluido en lugar de reacción clorhídrica, pero aún se produce cloro:
2HOCl + 2HAc ↔ Cl2 + 2H2O + 2Ac– (Ac: CH3COO)
Existe un equilibrio entre las diferentes especies que contienen cloro. A pH bajo (que se obtiene al agregar vinagre o limpiador de inodoros), la reacción favorece la producción de cloro gaseoso. Por el contrario, el aumento del pH favorece la conversión del gas cloro en ión hipoclorito. El hipoclorito no es un oxidante tan bueno como el ácido hipocloroso, por lo que algunas personas reducen intencionalmente el pH de su lejía.
Qué hacer si mezcla lejía y vinagre
Sabrá que hay un problema si el líquido de repente huele muy fuerte a lejía (que en realidad es el olor a cloro). Si ve una leve neblina de color verde amarillento, es una señal de una producción significativa de gas cloro. Pero tanto la lejía como el vinagre están diluidos, por lo que generalmente el gas es invisible. Evite respirar el vapor y abandone el área inmediatamente. Regrese solo después de que el olor a cloro se haya disipado. Busque atención médica de inmediato o llame al Centro de Control de Envenenamientos si experimenta ardor o ampollas en los ojos, la piel o las membranas mucosas o tiene problemas para respirar.
Uso correcto de lejía y vinagre
Está bien usar ambos vinagre y lejía para limpiar y desinfectar, siempre que enjuague bien la superficie con agua antes de cambiar de producto. En lugar de agregar vinagre al agua con lejía para aumentar su efectividad, simplemente compre una botella nueva de lejía. La lejía pierde su actividad con el tiempo, por lo que una botella nueva es más fuerte que una que ha estado almacenada durante varios meses.
Lejía y otras sustancias químicas
El vinagre no es la única sustancia química que produce una reacción desagradable cuando se mezcla con lejía. Mezclar lejía con cualquier ácido, alcohol, peróxido o amoníaco libera vapores tóxicos. La lejía mezclada con amoníaco produce gas cloramina, que puede causar dolor de pecho y dificultad para respirar. La lejía y el alcohol producen cloroformo, que es un depresor del sistema nervioso central que podría causar pérdida del conocimiento e insuficiencia respiratoria. El blanqueador con peróxido forma ácido peracético irritante y corrosivo.