La mayoría de las personas terminan tomando antibióticos en algún momento de su vida adulta, que es por qué creemos que es importante comprenderlos. Una de las preguntas más comunes que escuchamos acerca de los antibióticos es si es seguro beber alcohol mientras los toma. Por lo general, animamos a las personas a que hablen con su médico sobre el medicamento específico que están tomando, pero existen algunas reglas generales al respecto que todos deben tratar de comprender.
¿Puede el alcohol interactuar con los antibióticos?
El alcohol puede interactuar con algunos antibióticos, lo que puede provocar efectos secundarios desagradables o peligrosos. Esos síntomas pueden variar porque se usan muchos antibióticos diferentes y cada uno tiene sus propias interacciones.
Los dos ejemplos más importantes son el metronidazol y el tinidazol. Ambos antibióticos pueden causar dolor, mareos, somnolencia, una sensación general de enfermedad y otros síntomas cuando se encuentran con el alcohol. Necesitarán varios días para abrirse camino a través del cuerpo después de que finalice el curso del tratamiento, y es mejor evitar el alcohol durante ese tiempo.
Otros antibióticos pueden tener sus propias interacciones con el alcohol, pero generalmente son menos graves. Siguen siendo profundamente desagradables y tienen cierto peligro, por lo que es mejor abstenerse de beber mientras toma antibióticos a menos que un médico diga específicamente que es seguro.
Fuentes comunes de alcohol
Beber no es la única fuente de alcohol. Es un ingrediente bastante común en medicamentos de venta libre y enjuagues bucales. La concentración suele ser bastante baja, pero todavía es suficiente para ser médicamente relevante en algunos casos. Es muy fácil exponerse al alcohol tomando estos medicamentos sin verificar las interacciones. Por eso es tan importante asegurarse de que su médico sepa todos los medicamentos que está tomando mientras prescribe el tratamiento y que no agregue nuevos medicamentos sin consultarlo con un profesional.
¿Por qué ocurren estas interacciones?
El cuerpo humano depende de un conjunto específico de enzimas para descomponer el alcohol. Esas enzimas también metabolizan algunos antibióticos. Beber alcohol puede inhibir esas enzimas, lo que les impide metabolizar adecuadamente el antibiótico para que pueda hacer su trabajo. Eso puede aumentar el riesgo de desarrollar efectos secundarios.
Los efectos aditivos también pueden ser un problema. Eso ocurre cuando el alcohol y el antibiótico comparten un efecto secundario. Este suele ser el caso de antibióticos como el metronidazol, que comparte un efecto depresor con el alcohol, o con cualquier antibiótico que cause malestar en el estómago. Mezclar los dos hace que esos efectos sean aún más fuertes. Eso puede provocar accidentes graves cuando inhibe la coordinación, e incluso las náuseas simples tienden a ser profundamente desagradables.
La mejor manera de evitar problemas
Recomendamos a las personas que eviten el alcohol cuando se sientan enfermas en general, pero es especialmente importante estar atento a posibles problemas al tomar antibióticos u otros medicamentos. La mejor manera de mantenerse a salvo es pedirle a un profesional médico que le dé instrucciones y hacer lo que le aconseje.