Muchas personas asumen que las zarigüeyas portan la rabia o tienen una inmunidad natural a la rabia. Esto significa que no se enferman visiblemente como resultado de contraer la enfermedad. Sin embargo, esto no sería cierto ya que todos los mamíferos pueden infectarse con la rabia. La verdad es que las zarigüeyas rara vez contraen la rabia porque sus temperaturas corporales son demasiado bajas para que la infección sobreviva.
Cualquier animal salvaje con el que te encuentres podría ser portador de la rabia, por lo que debes tratar los encuentros cercanos con animales salvajes con la mayor precaución y buen juicio posible. Y, por supuesto, querrá mantener a sus mascotas lo más seguras posible. Las mascotas domésticas, como los gatos y los perros, tienen una probabilidad bastante razonable de encontrar animales infectados con la rabia.
¿Debería preocuparme? ¿Si las zarigüeyas son portadoras de rabia?
Por suerte, no tienes que preocuparte demasiado si las zarigüeyas son portadoras de rabia. Esto se debe a que su temperatura corporal ronda regularmente los noventa y cuatro grados. Como se mencionó anteriormente, esta temperatura es demasiado baja para que sobrevivan las bacterias que causan la rabia. Sin embargo, también debe tenerse en cuenta que esta es solo una razón plausible de por qué las zarigüeyas rara vez contraen la rabia. Es necesario realizar más investigaciones sobre el tema antes de que los científicos hagan afirmaciones audaces.
Cuando se trata de lidiar con zarigüeyas en su hogar, querrá tratarlas con el mismo nivel de precaución que reserva para otras formas de animales salvajes. Querrá asegurarse de que sus hijos sepan que deben mantenerse alejados de estos animales, vivos o muertos. También querrá asegurarse de que sus mascotas estén debidamente cuidadas y vacunadas. Y, por supuesto, también debes recordar que las zarigüeyas son realmente grandes rascadores y, si se sienten amenazados, no dudarán en usar sus garras. Sostener un rasguño profundo o un corte de una zarigüeya podría ser suficiente para propagar una enfermedad o una infección bacteriana. ¡Tenga cuidado y recuerde que las zarigüeyas pueden ser criaturas luchadoras!