¿Qué causa el estallido de la rodilla?

Un crujido que se escucha al arrodillarse que no es doloroso y no está asociado con hinchazón puede ser secundario a pliegues de tejidos blandos que se mueven sobre los bordes de la articulación de la rodilla. La mayoría de las personas han experimentado esta sensación en un momento u otro, y es normal y bastante común.
Por otro lado, un verdadero «salirse de lugar» o un atrapamiento en la rodilla después de una lesión puede indicar un problema completamente diferente. Es importante saber qué síntomas justifican una visita al médico. Dos lesiones comunes que pueden provocar estas sensaciones son las dislocaciones de la rótula (rótula) y los desgarros del menisco.
Las dislocaciones de la rótula indican que la rótula se sale de forma anormal de su ranura , generalmente en la parte lateral o externa de la rodilla. Esto a menudo se asocia con una lesión como torcer o plantar la rodilla de manera incómoda. La mayoría de los pacientes que experimentan esta lesión describen un dolor severo y una anomalía en la apariencia de la rodilla: los puntos de la rótula hacia la izquierda o hacia la derecha en lugar de hacia adelante. En ocasiones, esta dislocación volverá «a su lugar» por sí sola. Sin embargo, muchas veces, esto requiere un empujón, a veces incluso por parte de un médico en la sala de emergencias. Los síntomas asociados incluyen hematomas, hinchazón y dolor alrededor de la rótula.
Este tipo de lesión debe ser abordado por su médico o cirujano para asegurarse de que los huesos o el cartílago no se rompan durante la lesión. Algunas de estas lesiones se vuelven crónicas La sensación de inestabilidad y la sensación de inestabilidad pueden persistir durante años; usar un aparato ortopédico y trabajar con un fisioterapeuta puede ser útil en muchas situaciones.
El menisco es el «cojín» de cartílago blando ubicado en la articulación de la rodilla. Es un verdadero amortiguador que es importante para prevenir la artritis en el futuro. Desafortunadamente, también es una de las estructuras más comúnmente lesionadas en la rodilla, a menudo después de una lesión por torsión o algún otro trauma. Más adelante en la vida, estas lesiones pueden ocurrir con actividades simples prolongadas como arrodillarse o correr. Los síntomas clásicos de un gran desgarro de menisco incluyen sensaciones de agarre, bloqueo y ceder o doblarse en la rodilla. También son comunes la hinchazón, el dolor y la rigidez. El tratamiento es personalizado para cada paciente, pero las verdaderas sensaciones mecánicas en la rodilla atribuidas a un desgarro de menisco a menudo se tratan quirúrgicamente.
En general, cualquier lesión asociada con dolor, hinchazón y «saltos fuera de lugar» debe ser tratada por su médico.

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