¿Qué es la metaplasia intestinal?

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Una infección por H. pylori puede ser una causa de metaplasia intestinal.

La causa exacta de la metaplasia intestinal aún es incierta.

Algunos profesionales de la salud creen una infección por H. pylori causa metaplasia intestinal, pero también existe una variedad de factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de desarrollarla.

Quizás la mayor preocupación para las personas con metaplasia intestinal es que podría ser precancerosa.

Las células anormales del tracto digestivo pueden pasar por una etapa llamada displasia si no se tratan. Estas células anormales pueden progresar o no a células cancerosas.

Reducir o eliminar los factores de riesgo puede reducir la probabilidad de que estas células progresen.

Infección por H. pylori

La bacteria H. pylori es común en el tracto digestivo, pero puede crecer sin control si hay un desequilibrio en las bacterias intestinales.

Según una revisión sistemática en la revista Gastroenterology, más del 50 por ciento de la población mundial está infectada con H. pylori.

H. pylori puede no causar síntomas en muchas personas, pero algunas personas pueden desarrollar trastornos digestivos, como úlceras, gastritis y ERGE.

Las bacterias tienden a atacar el revestimiento del estómago, razón por la cual algunos médicos creen son un factor de riesgo directo de metaplasia intestinal. Un estudio en Gastroenterology Research and Practice señaló que el 38.6 por ciento de las personas con metaplasia intestinal también tenían una infección por H. pylori.

El estudio también agregó que las infecciones crónicas por H. pylori pueden desarrollarse durante muchos años, progresando a partir de gastritis a metaplasia interna, e incluso cáncer gástrico. Encontrar formas de deshacerse de la bacteria H. pylori puede ayudar a reducir el riesgo de metaplasia intestinal.

Genes

La genética también puede ser responsable de la metaplasia intestinal. Las personas que tienen antecedentes familiares de problemas gástricos o incluso cáncer gástrico pueden tener más probabilidades de desarrollar afecciones similares.

Fumar

Fumar es una elección consciente de estilo de vida que puede afectar la progresión de la enfermedad intestinal. metaplasia.

Fumar puede dañar el esófago (esófago), lo que podría aumentar el riesgo de metaplasia intestinal en el esófago, conocida como esófago de Barrett.

Un estudio en el United European Gastroenterol Journal encontró que las personas con problemas de reflujo ácido que fumaban tabaco tenían tres veces más probabilidades de experimentar el esófago de Barrett que los no fumadores.

Sin embargo, las personas que ya tienen un diagnóstico de metaplasia intestinal aún pueden estar en riesgo debido a de fumar. Otro estudio en la revista Gastroenterology encontró que las personas con esófago de Barrett que fumaban tenían el doble de probabilidades de desarrollar cáncer de esófago que las personas que no consumían tabaco.

Dejar de fumar puede reducir significativamente el riesgo de algunas formas de intestino metaplasia o cáncer.

Otros factores para la metaplasia intestinal pueden incluir:

  • toxinas ambientales, como humo de segunda mano o sustancias químicas
  • alto consumo de sal
  • consumo de alcohol
  • reflujo ácido crónico

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