Actualmente no existe cura para la alopecia areata, aunque existen algunas formas de tratamiento que los médicos pueden sugerir para ayudar a que el cabello vuelva a crecer más rápidamente.
La forma más común de tratamiento de la alopecia areata es el uso de corticosteroides, potentes fármacos antiinflamatorios que pueden inhibir el sistema inmunológico. En su mayoría, se administran comúnmente a través de inyecciones locales, aplicación de ungüento tópico o por vía oral.
Otros medicamentos que se pueden recetar que promueven el crecimiento del cabello o afectan el sistema inmunológico incluyen Minoxidil, Anthralin, SADBE y DPCP. Aunque algunos de estos pueden ayudar con el crecimiento del cabello, no pueden prevenir la formación de nuevos parches de calvicie.
El uso de la fotoquimioterapia está avalado por algunos estudios y presenta una alternativa potencial para los pacientes que no pueden o no quieren utilizar terapias sistémicas o invasivas.
Además de su aspecto estético, el cabello ofrece un grado de protección contra los elementos. Las personas con alopecia areata que pierden las cualidades protectoras del cabello pueden desear:
- Usar protector solar si se exponen al sol.
- Usar anteojos envolventes para proteger los ojos del sol. y escombros contra los cuales las cejas y las pestañas normalmente se defenderían.
- Use artículos para la cabeza como sombreros, pelucas y bufandas para proteger la cabeza del sol o mantenerla caliente.
- Use ungüento dentro de la nariz para mantener las membranas húmedas y para proteger contra los organismos que normalmente quedan atrapados por el pelo de las fosas nasales.
La alopecia areata no enferma directamente a las personas, ni es contagiosa. Sin embargo, puede ser difícil adaptarse emocionalmente. Para muchas personas, la alopecia areata es una enfermedad traumática que amerita un tratamiento que aborde el aspecto emocional de la caída del cabello, así como la caída del cabello en sí.
Hay grupos de apoyo y asesoramiento disponibles para que las personas compartan sus pensamientos y sentimientos, y discutan las reacciones psicológicas comunes a la afección.
Algunos han comparado la alopecia areata con el vitiligo, una enfermedad autoinmune de la piel en la que el cuerpo ataca las células productoras de melanina, lo que produce manchas blancas. La investigación sugiere que estas dos condiciones pueden compartir una patogénesis similar, con tipos similares de células inmunes y citocinas que impulsan las enfermedades y factores de riesgo genéticos comunes.
Como tal, cualquier desarrollo nuevo en el tratamiento o la prevención de cualquiera de las enfermedades puede tener consecuencias para la otra.
Ha habido un puñado de casos documentados en los que el tratamiento de la alopecia areata con difenciprona (DCP), un sensibilizador de contacto, ha llevado al desarrollo de vitíligo.
La investigación preliminar en animales ha descubierto que la quercetina, un bioflavonoide natural que se encuentra en frutas y verduras, puede proteger contra el desarrollo de alopecia areata y tratar eficazmente la pérdida de cabello existente.
Se necesita más investigación, incluidos ensayos clínicos en humanos, antes de que la quercetina pueda considerarse un tratamiento para la alopecia areata.