Ruptura de la fascia plantar


Resumen

La ruptura de la fascia plantar se caracteriza por un dolor agudo en el arco del pie, seguido de una actividad dinámica. Es una lesión relativamente poco común, pero puede ocurrir en pacientes con fascitis plantar crónica. A menudo se asocia con una deformidad de pie plano de larga duración. El tratamiento es no quirúrgico con control del dolor, reposo relativo, estiramiento suave y un regreso gradual a las actividades durante un período de semanas a meses.

Presentación clínica

La rotura de la fascia plantar es una evento poco común, pero muy doloroso. Los pacientes describirán un dolor agudo y desgarrante en la planta del pie, generalmente durante algún tipo de actividad atlética o dinámica. A menudo se asocia con antecedentes de pie plano y puede estar asociado con antecedentes de fascitis plantar. Ocasionalmente, hay algunos síntomas en esta área antes de la ruptura. Después del evento, los pacientes se quejarán de dolor localizado e hinchazón asociada. Será muy difícil caminar con el pie y habrá una cojera asociada marcada que se asentará gradualmente con el tiempo.

Examen físico

El examen físico revelará una sensibilidad aguda en el planta del pie, asociada a la zona de la rotura. Suele haber algo de hinchazón inicial. Puede haber hematomas importantes, que aparecen unos días después de la ruptura. Además de identificar un historial de pie plano, también puede haber una tensión notable en el músculo de la pantorrilla (contractura en equino), que se sabe que predispone a la rotura de la fascia plantar.

Figura 1: Moretones en el planta del pie después de la rotura de la fascia plantar

Estudios de imagen

Radiografías tomadas del pie generalmente será normal. Si se solicita una resonancia magnética, identificará la ruptura de la fascia plantar, que puede ser parcial o completa. Habrá edema asociado y evidencia de aumento del flujo sanguíneo a esta área. Es de destacar que la ruptura a menudo se produce en el arco del pie a diferencia del área que se lesiona con la fascitis plantar, que es esencialmente donde la fascia plantar se inserta (inserta) en el hueso del talón (calcáneo).

Tratamiento

El tratamiento no es quirúrgico. La lesión suele ser bastante dolorosa y, por lo tanto, el tratamiento inicial generalmente se orienta al control del dolor con hielo, muletas y actividad limitada. A medida que los síntomas comienzan a asentarse, a menudo de 4 a 10 días después de la lesión original, puede ser posible soportar más peso, siempre que se utilicen zapatos cómodos de suela rígida o una bota protectora para caminar. En este punto, se puede realizar un estiramiento plantar suave.

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides o los analgésicos pueden ayudar con los síntomas. El regreso a la posición normal o razonablemente normal puede ocurrir relativamente rápido en unas pocas semanas. Sin embargo, el regreso a los deportes de alto nivel que requieran un cambio brusco de dirección o poder explosivo a través de la región de la fascia plantar puede ser bastante prolongado, del orden de meses. Por lo general, no existe una indicación quirúrgica para el tratamiento de una rotura de la fascia plantar.

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