Schisandra se utiliza para una amplia gama de problemas relacionados con la salud. Hay algunos datos científicos de estudios en animales y humanos que indican que Schisandra puede tener un efecto positivo en varias afecciones y enfermedades. Estos incluyen:
Enfermedad de Alzheimer
Un estudio de 2017 encontró que la Schisandrin B tenía un efecto positivo y beneficioso sobre la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores determinaron que esto fue causado por la capacidad de Schisandrin B para bloquear la formación de un exceso de péptidos beta amiloides en el cerebro. Estos péptidos son uno de los componentes responsables de la formación de la placa amiloide, una sustancia que se encuentra en el cerebro de las personas con enfermedad de Alzheimer.
Otro estudio indica que la Schisandrin B puede ser eficaz tanto contra la enfermedad de Alzheimer como contra la enfermedad de Parkinson. Esto se debe a su efecto antiinflamatorio y neuroprotector sobre las células microgliales del cerebro.
Enfermedad hepática
Un estudio en animales de 2013 encontró que el polen extraído de la planta Schisandra tenía un fuerte efecto antioxidante contra el daño tóxico inducido en el hígado de los ratones. La esquisandrina C fue eficaz contra el daño hepático en personas con hepatitis aguda y crónica, una enfermedad hepática.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) puede ser el resultado de numerosas enfermedades hepáticas, como la hepatitis y la cirrosis. Hay más ácidos grasos e inflamación del hígado en NAFLD. Los investigadores encontraron que la Schisandrin B redujo estos ácidos grasos en ratones. También actuó como agente antioxidante y antiinflamatorio.
Se necesitan más estudios en humanos antes de poder determinar la dosis y la duración.
Menopausia
Un estudio de 2016 analizó los efectos del extracto de Schisandra en mujeres con síntomas menopáusicos. El estudio siguió a 36 mujeres menopáusicas durante un año. Los investigadores determinaron que Schisandra es eficaz para aliviar algunos síntomas de la menopausia. Estos síntomas incluían sofocos, sudoración y palpitaciones cardíacas.
Depresión
Otro estudio reciente en animales encontró que el extracto de Schisandra tenía un efecto antidepresivo en ratones. Estudios adicionales con ratones, realizados por el mismo investigador principal, solidificaron este hallazgo. Sin embargo, la Schisandra y su efecto potencial sobre la depresión no se han estudiado ampliamente en humanos.
Estrés
La Schisandra puede tener propiedades adaptógenas. Esto significa que puede ayudar al cuerpo a resistir los efectos de la ansiedad y el estrés, además de reforzar las defensas del cuerpo contra las enfermedades.