La gastritis alcohólica es una de las muchas afecciones físicas que se pueden desarrollar como resultado del abuso del alcohol. Este problema puede parecer nada más que un dolor de estómago recurrente después de beber o ardor de estómago, pero podría indicar el desarrollo de complicaciones de salud adicionales, como úlceras, que podrían evitarse por completo al no beber.
Al reflexionar sobre lo amplio impacto del consumo de alcohol, uno podría considerar primero sus efectos intoxicantes agudos, su asociación con accidentes automovilísticos, otras lesiones o incluso ejemplos más extremos de personas que mueren por intoxicación alcohólica después de una sola sesión de borracheras. Sin embargo, beber también causa problemas que se desarrollan a largo plazo, incluida una amplia gama de problemas de salud física y mental que podrían surgir en relación con el consumo continuo y repetido de alcohol.
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¿Qué es la gastritis?
Según la definición de la Biblioteca Nacional de Medicina, la gastritis es una inflamación del estómago. A menudo se desarrolla en relación con algún tipo de infección, irritación directa o daño tisular localizado. Puede ser aguda o crónica, y puede ser causada por:
- Tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroides como aspirina o ibuprofeno (es decir, AINE).
- Ciertas infecciones bacterianas.
- Reflujo biliar del intestino delgado proximal.
- Trastornos autoinmunes.
- Consumir demasiado alcohol.
Si bien estas son las causas principales de la afección, existen otras actividades y circunstancias que pueden contribuir a la irritación, como el estrés, fumar y comer ciertos tipos de alimentos.