El tratamiento para el trastorno de apego reactivo generalmente implica una combinación de terapia, asesoramiento y educación para padres, diseñada para garantizar que su hijo tenga un entorno de vida seguro, mejora las relaciones con sus compañeros y desarrolla interacciones positivas con usted, sus padres o cuidadores. Si bien se pueden usar medicamentos para tratar afecciones asociadas, como depresión, ansiedad o hiperactividad, no existe una solución rápida.
Su pediatra puede recomendar un plan de tratamiento que incluya:
Familia terapia. La terapia típica para los problemas de apego incluye tanto a su hijo como a usted. La terapia a menudo implica actividades divertidas y gratificantes que mejoran el vínculo de apego y ayudan a los padres y otros niños de la familia a comprender los síntomas del trastorno y las intervenciones eficaces.
Asesoramiento psicológico individual. Los terapeutas también pueden reunirse con su hijo individualmente o mientras usted observa. Esto está diseñado para ayudar a su hijo directamente a controlar las emociones y el comportamiento.
Terapia de juego. Ayuda a su hijo a aprender las habilidades adecuadas para interactuar con sus compañeros y manejar otras situaciones sociales.
Servicios de educación especial. Los programas diseñados específicamente dentro de la escuela de su hijo pueden ayudarlos a aprender las habilidades necesarias para el éxito académico y social, al mismo tiempo que abordan las dificultades emocionales y de comportamiento.
Clases de habilidades para padres. La educación para padres y cuidadores se centra en aprender sobre los trastornos del apego y otras habilidades necesarias para la crianza.