Tumores cerebrales en perros

Un tumor se define como un crecimiento anormal de células y puede clasificarse como primario o secundario. Un tumor cerebral primario se origina a partir de células que normalmente se encuentran dentro del cerebro y sus membranas circundantes. Un tumor cerebral secundario, por otro lado, es un cáncer que se ha diseminado al cerebro (un proceso conocido como metástasis) desde un tumor primario en otra parte del cuerpo, o es un tumor que afecta al cerebro extendiéndose al tejido cerebral desde un tejido adyacente que no pertenece al sistema nervioso, como el hueso o la cavidad nasal.

Los perros mayores de cinco años son más susceptibles a desarrollar tumores cerebrales; la edad promedio de las mascotas afectadas es de nueve años. Ciertas razas de perros tienen mayor riesgo de desarrollar tumores cerebrales primarios que otras. Los tumores cerebrales que se originan en las membranas que recubren el cerebro (conocidos como meningiomas) se encuentran con mayor frecuencia en las razas dolicocefálicas de perros, que se caracterizan por tener cabezas y narices largas, como el Collie. Por el contrario, las razas braquicefálicas de perros, que se caracterizan por su apariencia de nariz corta y cara plana, tienen más probabilidades de desarrollar gliomas, que son tumores del tejido intersticial del sistema nervioso central.

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Síntomas y tipos

La indicación más común de un tumor cerebral en perros Es una convulsión, especialmente convulsiones que comienzan por primera vez en un perro mayor de cinco años. Otros signos que sugieren un tumor cerebral incluyen comportamiento anormal (p. Ej., Aumento de la agresión), alteración de la conciencia, hipersensibilidad al dolor o al tacto en el área del cuello, problemas de visión, movimientos circulares propulsivos, movimientos descoordinados y una marcha inestable y «borracha». -También se pueden observar signos específicos como inapetencia, letargo y micción inadecuada.

Causas

Se desconocen las causas y factores de riesgo que pueden causar tumores cerebrales en perros. Se especula que pueden estar implicados varios factores dietéticos, ambientales, genéticos, químicos y del sistema inmunológico, pero esto es incierto.

Diagnóstico

Una biopsia de tejido es el único método disponible para diagnosticar definitivamente el cerebro tumores en perros. Las pruebas de imagen como radiografías (rayos X) o ecografía de otros sitios anatómicos se pueden utilizar para localizar o descartar tumores primarios en otras áreas que pueden haberse diseminado al cerebro. Imágenes por resonancia magnética (MRI) o tomografía (TC) del cerebro son los reco Pruebas modificadas para confirmar el diagnóstico de tumores cerebrales primarios o secundarios.

Tratamiento

Hay tres opciones de tratamiento principales para perros a los que se les ha diagnosticado tumores cerebrales: cirugía, radioterapia y quimioterapia. Los principales objetivos de estas terapias son erradicar o reducir el tamaño del tumor y controlar los efectos secundarios como la acumulación de líquido en el cerebro (conocido como edema cerebral). La cirugía puede usarse para extirpar total o parcialmente tumores, mientras que la radioterapia y la quimioterapia pueden ayudar a encoger los tumores o reducir la posibilidad de que vuelvan a crecer después de la cirugía. A menudo, también se recetan medicamentos para controlar los efectos secundarios de los tumores cerebrales, como las convulsiones.

Vida y manejo

Durante y después del tratamiento, los perros con tumores cerebrales deben someterse a exámenes físicos de rutina que se enfoquen sobre su estado neurológico. Puede ser necesario repetir las imágenes con CT o MRI. Es importante evaluar continuamente a los perros para detectar complicaciones relacionadas con tumores cerebrales, como una mayor frecuencia de convulsiones o neumonía por aspiración debido a reflejos de deglución debilitados asociados con un aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo dentro de la cavidad del cráneo. El trabajo de laboratorio para monitorear los niveles séricos de medicamentos anticonvulsivos se realiza de forma rutinaria. El pronóstico para perros con tumores cerebrales se reserva a regular. Se esperan tiempos de supervivencia de 2 a 4 meses con cuidados de apoyo solamente, de 6 a 12 meses con cirugía sola, de 7 a 24 meses con radioterapia sola, de 6 meses a 3 años con cirugía combinada con radioterapia y de 7 a 11 meses con quimioterapia solo.

Prevención

Debido al hecho de que se desconocen las causas de los tumores cerebrales en perros, es difícil establecer métodos de prevención específicos.

El Dr. . Joanne Intile, DVM, DACVIM, revisó y contribuyó al contenido de este artículo.

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